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Así operan taxistas del paseo millonario en Bogotá

Éste es el modus operandi de los taxistas dedicados a hacer paseos millonarios en toda Bogotá.

El aroma de un perfume fino, una chaqueta o una cartera de marca son algunas de las pistas que los delincuentes dedicados a los llamados ‘paseos millonarios’ utilizan para detectar una víctima. Es entonces cuando, como lobos sagaces, activan todos sus sentidos para hacer el mal.

La Unidad Nacional contra el Secuestro y la Extorsión ha hecho un trabajo para combatir el flagelo que deja un número de víctimas no determinado, porque la mayoría de afectados no denuncia por diferentes motivos, entre ellos el miedo. Otra de las razones es que algunos de los casos se reportan como un hurto más.

El asesinato del agente de la DEA James ‘Terry’ Watson en junio del 2013, que tiene en la puerta de la extradición a siete taxistas, se convirtió en un caso más de los que ya venían investigando la Fiscalía. Bogotá ha sido el lugar prioritario, pero no quiere decir que no se dé en otras capitales del país. La razón es que tiene el nada honroso título de ser la ciudad pionera en la problemática.

El gran éxito de las autoridades ha sido el desmantelar casi por completo a la llamada banda dedicada al ‘paseo millonario’ de los ‘Canarios’, considerada la organización más grande de este tipo de secuestro extorsivo. Un total de 29 de sus miembros han sido capturados, algunos condenados a penas no inferiores a los 20 años de cárcel.

Otro de los condenados dedicado a este tipo de fechorías es Giovanni Galeano Arcila, alias ‘Coyote’, jefe de la banda con el mismo nombre. Él en el 2012, luego de hacer un preacuerdo, fue sentenciado a penas de 25 y 28 años de cárcel.

La banda de ‘Coyote’, conformadas por tres personas, todas ya capturadas, tenía su campo de acción entre las calles 82 y 93. Como en la mayoría de los casos los delincuentes parqueaban su taxi frente a bares y restaurantes, esperaban que salieran sus objetivos y posteriores víctimas.

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Las bandas reconocidas

En todas estas capturas, la Unidad contra el Secuestro actuó con el apoyo del Gaula y la Sijin. Los tres entes están dedicados a combatir la banda de la ’85’, los ‘Cuchos’, los ‘Viejos’, los de San Francisco, el ‘Boyaco’, la ’53-Galerías’, la ’93’, los ‘Amarillitos’, los de ‘Santafé’ y lo que queda de los ‘Canarios’.

Estas organizaciones conformadas en su mayoría entre cuatro y ocho miembros, según han podido detectar las autoridades, buscan ‘cazar’ preferiblemente sus víctimas en Chapinero, la 93, la 85, en zonas aledañas a Gran Estación, Galerías y Fontibón. Los días y horarios en los que más se dan los secuestros extorsivos son los jueves, viernes y sábados entre las 7:00 de la noche y las 3:00 de la mañana.

“La gran mayoría de estos integrantes de las bandas viven hacia el sur, entonces sus centros de operaciones son alejados del sector donde residen. En Gran Estación, por ejemplo, hay un acopio importante de un sector industrial y de oficinas, donde la gente que acude al centro comercial tiene algunas posibilidades económicas, en Centro Andino sucede lo mismo, en la 85 y Galerías”, explicó uno de los fiscales de la unidad.

El funcionario añadió que luego de lo sucedido con el agente de la DEA ha habido otros paseos millonarios y que no es que el fenómeno se haya reducido por la suerte que correrían los involucrados en este caso en particular, sino por las acciones, las investigaciones y las duras condenas que han venido emitiendo los jueces, la más alta de 52 años para un miembro de la banda los ‘Cuchos’.

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El modus operandi

La Fiscalía y la Policía en su ardua labor han detectado cuáles son las formas en que estas organizaciones operan por lo que recomiendan ciertas pautas a los usuarios de servicios de taxi, para que sepan cuándo están frente a un posible caso de ‘paseo millonario’.

Los modus operandi más comunes son que el taxi se vara, al subirse el pasajero se apaga una luz o tres taxis van juntos. En ese último caso, un vehículo de servicio público va adelante monitoreando el panorama para ver si hay libertad para cometer el ‘paseo millonario’, un segundo taxi que es donde ingresa la persona y un tercer taxi es en el que va el delincuente que se baja e ingresa al segundo para pedir las tarjetas y la clave para ir al cajero a cometer el hurto.

Otras de las modalidades es que las personas no se percatan de que la silla del copiloto va hacia adelante y en esa parte hay una persona muy delgada escondida, es lo que se conoce como el duende. En otros casos la silla está mojada o tiene algún elemento que no permite que el usuario se siente donde desea; a simple vista esto no tiene nada raro, pero es la clave para hacer que la víctima se ubique en el lado de la puerta que tiene seguro para niños y al subirse el atacante el afectado no puede salir.

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Recomendaciones

La recomendación principal es no tomar taxis en la calle. De hacerlo en caso de urgencia, las autoridades aconsejan que envíe la placa ya sea por un mensaje de texto o a través de un chat a un familiar o amigo. Es importante observar que la placa que hay en las ventanas coincida con la del tarjetón, que debe estar colgado en la silla de adelante a la vista del usuario.

“Lo más elemental es llamar un taxi, que por unos minutos de afán no hay que exponerse. Hay que utilizar los operadores y las aplicaciones. Hicimos un plan preventivo con Gran Estación porque era el centro de mayor presencia de los ‘Canarios’. Allí se realizó una labor muy importante, se instalaron cámaras y se generó un zona VIP para tomar el taxi”, explicó el fiscal de la Unidad contra el Secuestro.

En la línea de emergencia 123, al igual que en el 155 y 137 del Gaula, en cualquier CAI de la Policía le reciben la denuncia y también en las URI en caso de ser víctima. Se debe hacer el mismo día o máximo al siguiente, ya que están frescos los recuerdos.

Así capturaron los ‘Canarios’

Fue un trabajo conjunto entre la Unidad Nacional contra el Secuestro y la Extorsión, la Sijin y la Fiscalía Seccional Bogotá. Todo empezó con una investigación por hurto, de allí se comenzaron a sumar denuncias que tenían cosas en común, la conclusión fue que se trataba de ‘paseos millonarios’.

No fue un proceso fácil, quienes denunciaban ser víctimas entregaban descripciones físicas poco concluyentes y placas incompletas. Los datos eran inconclusos y llevaban a poco, pero eso no fue impedimento para comenzar a atar cabos.

Lo dicho por algunos afectados llevaba a que a uno de los agresores le faltaba un ojo, lo que permitió identificar a alias el ‘Tuerto’, cuyo nombre real es Wilson Alexánder Buitrago. “Tenía una característica particular que llevó a tener conexiones, eran datos insignificantes y fuimos acumulando las denuncias, no habían nombres pero sí una descripción”. Con alias ‘Gordo’, identificado como Diego Alexánder Barbosa, sucedió algo similar, su contextura gruesa lo llevó a ser descubierto y detenido.

Al frente de los casos de ‘paseo millonario’ la Unidad cuenta con tres fiscales. Ellos trabajan de la mano de la Sijin. Durante jornadas de 24 horas se dedicaron a investigar a los ‘Canarios’ logrando capturarlos casi a todos.

“Nos dedicamos día y noche a seguirle el rastro, compañeros se involucraron en el tema por meses. Comenzamos a hacer todo un mapa de cómo actuaban, de la zona que afectaban y de cada uno de los sospechosos”, dijo uno de los miembros de la Sijin vinculados con la investigación.

Lo que no saben los que se dedican a este delito que es se están enfrentando a un secuestro extorsivo, a lesiones personales, hurto agravado y algunos de ellos a homicidio. Dos de las víctimas en los dos últimos años han perdido la vida en medio del ataque. Las penas pueden llegar hasta 60 años de prisión.

Pero no sólo son procesados quienes cometen el hecho, sino también los que prestan los taxis y quien compra los elementos hurtados para venderlos. Este último es el caso de ‘Melki’, conocido receptador de los ‘Canarios’, quien llevaba lo que se robaban a un gran almacén donde lo comercializaba. El sujeto fue sentenciado a cuatro años y medio por el delito de receptación y sigue vinculado al proceso por secuestro.

La Ley 1200 de 2008, referente al secuestro extorsivo, es muy clara: quien cometa este delito se expone a penas que van desde 320 meses de cárcel a 504 meses y en uno de sus artículos señala que “igual pena se aplicará cuando la conducta se realice temporalmente en medio de transporte con el propósito de obtener propósito económico bajo amenaza”.

Fuente: Semana

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