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Ataque con ácido en Bosa fue un montaje

Después de varios días de investigaciones y revisar videos la Policía de Bogotá llegó a una conclusión, la señora quería ser beneficiaria de los 75 millones de pesos por ser una de las víctimas de los ataques con ácido.

El general Rodolfo Palomino, director de la Policía Nacional, confirmó este lunes que Inés Carrillo, la mujer que resultó quemada con ácido el pasado 5 de abril, no fue víctima de un ataque, como inicialmente la propia víctima y sus familiares lo denunciaron.

Palomino informó que Inés Carrillo había sufrido las lesiones en un accidente casero (al parecer en el baño de su vivienda) y que algunos de sus allegados la convencieron para que se hiciera pasar por una nueva víctima de los ataques. Lo anterior, para tratar de acceder a beneficios y a las recompensas anunciadas por el propio presidente Juan Manuel Santos, a propósito de las agresiones reales que habían sufrido Natalia Ponce de León y Sorleny Pulgarín días antes en Bogotá.

Por información para esclarecer el caso de Inés Carrillo, la Policía había ofrecido la recompensa y divulgado un retrato hablado. Se señalaba como presunto agresor a un hombre conocido con el alias de ‘Jairo’. Incluso, Palomino había anunciado que el mismo equipo investigativo de la Sijín que esclareció el caso de Natalia Ponce de León y que logró la captura del presunto atacante, Jonathan Vega, iba a hacerse cargo del caso de Inés Carrillo. Sin embargo, ‘Jairo’ acudió voluntariamente a las autoridades en días pasados y aseguró que no tenía nada que ver en el episodio. De hecho, señaló que había trabajado en el mismo local en el que laboraba Inés Carrillo, pero que la conocía “apenas de vista”, según les dijo a los investigadores.

La Policía cree que ‘Jairo’ no tiene nada que ver con el caso y que, simplemente, era el pretexto para que los familiares de Inés Carrillo intentaran cobrar los 75 millones de pesos.

Tras los nuevos resultados de las investigaciones, Palomino retiró la recompensa por este caso y añadió que se iniciaron las investigaciones que vinculan a los allegados y a la propia falsa víctima del inexistente ataque con ácido. No se descarta que afronten procesos judiciales por falsa denuncia.

Fuente: El Tiempo

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