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Típicos estados de Facebook

Tipos de estado facebookeros hay muchos, casi tantos como usuarios, pero existen algunos que se repiten hasta la saciedad y ya son auténticos clásicos. Aquí te presentamos algunos estados de Facebook que probablemente reconocerás y que quizás te saquen de tus casillas. Ay, cuántas veces habrás mirado con ojos de deseo el botón de “Bloquear a esta persona”…

1. El que odia al mundo
Este tipo de estado suele transmitir el rencor de su autor hacia una persona, colectivo, animal o cosa, y al mismo tiempo estar envuelto de un halo de misterio, pues en ningún momento se llega a concretar quién es el objetivo de la crítica “Flipo con lo mala que es la gente”, “Estoy muy decepcionado/a…” o “Ahora sé quién es mi amigo y quién no”. El mundo es un lugar cruel, sí señor.

odioo

2. El que se piensa que está solo en este mundo

También están los sufridores, que parece que solo se acuerdan de que tienen un perfil en Facebook para comunicarnos sus pequeñas desgracias cotidianas. Por ejemplo, encontramos “Este maldito insomnio no me deja dormir” (no me digas… ¿en serio?), “Qué dolor de cabeza más insoportable” o “Odio madrugar tanto”. Suelen ir acompañados de extrañas onomatopeyas al estilo “¡grrrrrrrftx!”, como medio para expresar la supuesta ira. Esta persona claramente espera un comentario compasivo por nuestra parte, pero como mucho recibirá un ‘like’ con alta carga irónica. Nos importa bastante poco tu vida, entérate.

3. El ‘Master Chef’

Los estados facebookeros de los gourmets o los más cocinillas con frecuencia suelen reducirse al nombre del plato que acaban de cocinar o que están a punto de devorar, acompañado de la correspondiente foto y el clásico “¡mmmmmmm!”. “Tortilla de patatas, ¡mmmmmmm!”, “Tarta de chocolate, ¡mmmmmmm!”, “Arroz caldoso, ¡mmmmmmm!”, y así hasta el infinito. Vale, ahora es cuando nos invita a comer, ¿no?

4. El ‘mira qué silla más cuca me he comprado’

Otro estado que puebla los perfiles de Facebook son los referentes a las mudanzas o cambios en la decoración. Ocurre cuando un usuario se independiza o se cambia de piso y no puede evitar la tentación de convertir su muro y el de los demás en una especie de catálogo del IKEA. Se merecen que alguien les diga: “Que sí, que tu sofá es la hostia y el reloj queda espectacular en la pared, ¡pero si me interesase la decoración de tu casa iría a verla!”

5. El ‘soy atleta y tú también deberías serlo’

Y qué sería de Facebook sin los estados referentes a los hábitos saludables y las jornadas de gimnasio de nuestros amigos. Sí, aquellos amigos que publican los kilómetros que han corrido, con el dónde y el cuándo (de hecho, hay varias apps de móvil que contabilizan las distancias que has recorrido para que puedas compartirlas en las redes sociales), fotografías de las ensaladas tan hiper-saludables que comen o de sí mismos en chándal y con la bolsa de deporte, en la que añaden un “camino del gym, a darlo todo”. Y nosotros te apoyamos desde el sofá de casa, pero no colgaremos foto de ellos porque al resto de personas les importa una mierda.

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6. El ‘tuitero’

Aquí se incluyen esos estados de Facebook acompañados de tal cantidad de hashtags, algunos de ellos kilométricos, que intentar leerlos se convierte en toda una prueba de fuego y seguramente te provocará un buen dolor de cabeza. Por ejemplo, “¡En Londres! #londres #london #londresmolamucho #viajando #travelling #happy #queguayeslondresenotoño” o “¡De cenita! #nochesdeverano #cenita #cenitaconamigos #comomolanlascenitasdeveranoconamigos”. Maldito día en el que la moda de los hashtags traspasó las fronteras de Twitter. Allí con 140 caracteres tienen que sintetizar, aquí están completamente fuera de control y Zuckerberg debería hacer algo al respecto.

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7. El Indirectas

Éste o ésta se lleva la palma de oro. Suelen ser estados relacionados con el amor o el desamor y realmente, CANSAN. “La distancia hace el olvido…”, “No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes”, “Sin ti, veo la vida de otro color…” Lo mejor de todo es que normalmente este tipo de estados los lee todo el mundo, menos la persona a la que van dirigidos. Se ha acabado. Supéralo.

Fuente: Codigo

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