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Ventajas del uso del SITP

Con dificultades y muchas cosas para mejorar, el SITP empieza a tomar fuerza entre los usuarios del transporte público de Bogotá, aquí están algunas ventajas de este servicio urbano.

Sí, aún no funcionan todas las rutas. Sí, no está completamente integrado. Sí, todavía no pasan con la frecuencia adecuada. Sí, hay que comprar una tarjeta especial para poder usarlo…

Sin embargo, el Sistema Integrado de Transporte (SITP) ofrece una serie de ventajas que la mayoría de los bogotanos desconoce y que lo convierten en una excelente opción de transporte. Y más ahora, que se estudia ampliar las restricciones al carro particular.

Una encuesta del proyecto ‘Bogotá cómo vamos’ divulgada a finales del 2013 reveló que solo el 2 por ciento de los consultados dijeron movilizarse en los buses azules, naranja y vinotinto del SITP. Esta subutilización contrasta con los altos índices de satisfacción que registran los bogotanos que los han usado: 68,9 por ciento, según un sondeo de la Cámara de Comercio. Es el caso de Fernando Heredia, jefe de Recursos Humanos de una empresa, quien desde que descubrió los llamados ‘buses urbanos’ (los azules) deja el carro en casa. “Me demoro menos en el SITP que en mi carro y me sale más barato, porque ya no gasto tanta gasolina ni en parqueaderos”, afirma.

Pero su tarifa también es menor. Los buses del SITP son $150 pesos más baratos que los convencionales y $200 más económicos que una buseta. Adicionalmente, cuando una persona se sube a uno de estos buses y paga con la tarjeta Tullave Plus tiene 75 minutos para hacer los transbordos que desee entre los buses del SITP y el TransMilenio (troncales de la calle 26 y la carrera 10) sin costo extra. Y si es hora pico, son solo 300 pesos por el transbordo. Esto es de una importancia social capital, pues disminuye los costos de movilización de la gente: algo sumamente importante en los hogares con menores ingresos.

Pero el ahorro no es su única ventaja. En la encuesta ya citada de la Cámara de Comercio, el aspecto mejor calificado por los usuarios fue la comodidad, con un 28,8 por ciento, seguido de la seguridad (con un 27,9 por ciento). Tanto que esa institución afirma que “el SITP es el medio más cómodo, seguro y sostenible al ser comparado con los otros sistemas de transporte”.

Más seguridad

La sensación de seguridad se debe a varios factores, entre ellos, el hecho de que se pague con la tarjeta Tullave. “Me siento más segura porque no tengo que cargar plata en el bolso”, dice Esmeralda Serrano, ama de casa que usa el SITP para hacer diligencias. Y su buena iluminación interior, la ausencia de vendedores ambulantes, el monitoreo constante desde un centro de control y la posibilidad que tiene el conductor de activar un botón de pánico en caso de atraco, refuerzan esta percepción.

Esto ha hecho que bogotanos como la comunicadora Sofía Buendía se hayan casado con el SITP: “No volví a coger un bus convencional”.

Con ella concuerda Dora Niño, quien tiene la tarjeta especial para la tercera edad (1.250 pesos por trayecto). “Es mucho mejor que el bus. Hay mejor atención; el conductor no lo deja a uno en la mitad de la calle sino en el paradero, sin afanes”, dice.

Una nueva cultura

Otro de los aspectos que los usuarios del SITP destacan es que poco a poco se está creando otra cultura del transporte en Bogotá. En palabras del estudiante Juan Manuel Rassa: “uno puede ver que la gente tiene una actitud diferente cuando lo usa. No hay el estrés que hay en los otros buses, es más organizado, más amable. Los conductores se pueden encargar de manejar y no tienen que estar pendientes de cobrar el pasaje. Además, no hay que soportar la música que le gusta al chofer”.

El enfermero Óscar Santa María, quien viaja todos los días desde Modelia hasta la calle 145, dice que le gusta la idea de pagar con tarjeta, “porque así uno tiene más control de lo que gasta”.

Otra ventaja que ofrece este método de pago, es que en caso de robo puede ser bloqueada (la Tullave plus) y así el usuario no pierde la plata que tenía en ella. Así mismo, esta tarjeta que es personalizada, ofrece crédito por un viaje en el caso de que se quede sin saldo.

Aunque Rassa lamenta que el SITP sea frenado por los trancones de la ciudad y por el hecho de que aún no se haya sacado de circulación al esquema antiguo de buses, usuarios como el contador Pedro Ramírez afirman que desde que empezó a usar el SITP se ahorra media hora diaria, “y sin tener que aguantar empujones”. El mejor tiempo en los desplazamientos puede atribuirse al hecho de que el SITP solo se detiene en los paraderos y no está recogiendo pasajeros en cada esquina.

La razón para que la mayoría de los bogotanos no esté disfrutando de todos estos beneficios parece estar en la desinformación que hay alrededor, 62 por ciento de los encuestados por ‘Bogotá, cómo vamos’, dice que conoce el SITP pero que no sabe cómo usarlo. TransMilenio afirma que está tomando cartas en el asunto, para que el uso de este medio transporte sea más masivo, mientras tanto los bogotanos que ya usan el servicio le encuentran cada vez más ventajas. Tanto, que el número de usuarios del SITP creció un 18 por ciento entre febrero y marzo de este año.

Quejas más frecuentes

Los voceros de TransMilenio (administrador del SITP) afirman que la desinformación acerca del sistema se debe a que “no es fácil cambiar la cultura de 70 años de movernos anárquicamente”, pero sostienen que ellos hacen constante difusión del SITP en medios de comunicación.

Sin embargo, la queja más frecuente se refiere al gran inconveniente que implica que la tarjeta ‘Tullave’ no sea recibida en varias estaciones de TransMilenio, lo que impide a los usuarios acceder completamente a los beneficios del sistema y los obliga a tener dos tarjetas. Así mismo, los usuarios se quejan de la poca frecuencia que tienen algunas rutas y que muchas veces los puntos de recarga presentan dificultades técnicas.

Fuente: El Tiempo

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