Te contamos el momento que una mujer llamó al 911 para evitar abuso sexual. Las autoridades hablaron del impactante caso.
Foto: Canva
La madrugada del pasado fin de semana, una llamada a la línea de emergencia 911 alertó a la Oficina del Alguacil del condado de Volusia, en Florida, sobre un supuesto pedido de pizza. Este incidente involucró a la mujer, la policía local, el operador de emergencias y, por supuesto, al sospechoso. Sin embargo, lo que parecía ser una simple solicitud de comida se transformó en un angustiante llamado de auxilio para evitar un abuso sexual.
Mujer llamó al 911 para evitar abuso
Eran aproximadamente las 4 de la mañana cuando la mujer, en un acto de valentía, decidió pedir una pizza al 911. A pesar del pánico que sentía, mantuvo la calma y evitó despertar sospechas del hombre que la había llevado a un campo remoto. La solicitud inusual no pasó desapercibida para el operador, quien rápidamente se dio cuenta de que había algo más detrás de esa llamada.
Cuando el operador le preguntó si sabía que estaba llamando a una línea de emergencia, la mujer afirmó con firmeza que sí, confirmando así que estaba en grave peligro. Este pequeño, pero crucial detalle permitió que el operador activara un procedimiento de localización del teléfono. La víctima, llevada contra su voluntad, no pudo proporcionar una dirección precisa, lo que complicó aún más la situación.
En la vasta área de Pierson, donde se encontraba la mujer, los agentes de seguridad enfrentaron un reto considerable. Sin una ubicación exacta y con el tiempo en su contra, se adentraron en los amplios campos, siguiendo las coordenadas obtenidas del teléfono. La búsqueda avanzaba lentamente, pero un giro inesperado ocurrió cuando se escuchó música a alto volumen proveniente de una de las zonas. Este sonido, que podría haber parecido insignificante, se convirtió en la clave para encontrar a la víctima.
Al llegar al lugar de los hechos, los oficiales descubrieron al sospechoso intentando abusar de la mujer, quien estaba gritando pidiendo ayuda. “Está intentando violarme. ¿Puedes ayudarme?”, fueron las palabras que salieron de su boca mientras los agentes intervenían. Gracias a la rápida acción de los oficiales, el ataque fue frustrado y el hombre fue arrestado en el acto.
La ingeniosa decisión de la mujer de pedir una pizza fue elogiada por las autoridades. Este recurso encubierto le permitió comunicar su situación sin alertar al agresor. La Oficina del Alguacil de Volusia destacó tanto la astucia de la víctima como la respuesta efectiva del operador y los agentes. El sospechoso, identificado como Luis Diego Hernández-Moncayo, de 27 años, se encuentra actualmente en el país de manera ilegal y había solicitado asilo un día antes del incidente.
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