“Fue un buen papá”: Mamá de los niños asesinados en Engativá dio impactantes declaraciones tras un mes del crimen

Después de un mes de la pérdida de Susan y Santy, se conocieron las palabras de la mamá de los niños asesinados por su padre.

Foto: redes sociales

Hace un mes, los corazones de los habitantes de Engativá, Bogotá, fueron destrozados por la noticia de la muerte de dos menores de edad, Susan y Santy Beltrán Ramírez, de 7 y 4 años respectivamente. Estos niños fueron asesinados por su propio padre, Darwin Felipe Beltrán, en un crimen que aún mantiene conmocionados a familiares, amigos y vecinos.

El crimen fue perpetrado en la tarde del 28 de octubre en la casa de los menores, en el barrio Las Ferias, donde la tragedia sacudió a la comunidad.

Un padre en Bogotá mató a sus dos hijos, de 4 y 7 años, tras alegar una supuesta infidelidad de la madre. Los hechos ocurrieron en Engativá a las 6:29 de la noche mientras la madre de los menores no se encontraba en casa 😟😥 pic.twitter.com/IeOeMyfB6S

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— CrónicaPolicial (@CronicaPolicial) October 29, 2024

Palabras de la mamá de los niños asesinados por su padre

Paola Ramírez, madre de Susan y Santy, todavía lidia con el inmenso dolor de haber perdido a sus pequeños. En una emotiva entrevista con Citynoticias, Paola compartió los recuerdos de sus hijos y su lucha por encontrar sentido a lo sucedido.

“Susan siempre tenía solución para todo, Santy, que era el niño, el más pequeño, su inocencia”, expresó entre lágrimas la madre.

A pesar de que Darwin Felipe Beltrán, el padre de los niños, había sido una figura protectora y cariñosa en su vida, Paola no logró detectar las señales de advertencia que podrían haber evitado esta tragedia.

“Él fue un buen papá, no sé qué pasó ese día. Solo repetía: ‘Váyase, que usted me altera, váyase’. Se supone que debía cuidarlos, velar por el bienestar de ellos, al igual que yo”, recordó Paola, quien lamenta profundamente no haber podido prever lo peor.

El dolor y la confusión se apoderan de Paola, quien no encuentra explicaciones para el cambio de comportamiento de su pareja. “Nunca había tenido comportamientos violentos con los niños”, afirmó, subrayando que no hubo indicios previos de que el padre pudiera hacerles daño.

Sin embargo, la trágica realidad fue que Darwin Felipe Beltrán terminó arrebatándoles la vida a sus propios hijos. A través de su dolor, Paola pidió justicia: “Que la partida de ellos tan rápida, tan pronta, no quede en vano”, clamó la madre.

El tributo de la comunidad y el mural en su memoria

El barrio Las Ferias, donde vivían los pequeños, rindió homenaje a Susan y Santy con un acto simbólico que incluyó una emotiva eucaristía en su honor y la inauguración de un mural que retrata la vida de los menores.

“Justo hoy se cumple un mes de esta triste noticia que enlutó a nuestro barrio”, dijo Édgar Barragán, líder comunitario, quien añadió que el mural y la ceremonia eran una forma de recordar a los niños y de unirse en apoyo a la madre.

“El propósito del frente 69 de seguridad del barrio Las Ferias es trabajar para nuestros niños, para que esto no vuelva a suceder”, afirmó Barragán, destacando el compromiso de la comunidad para prevenir futuros actos de violencia.

La tristeza se sintió en cada rincón del barrio, que se unió en un homenaje colectivo para los pequeños. La comunidad, además de ofrecer su apoyo a Paola, se comprometió a seguir luchando por la seguridad y el bienestar de los niños en el sector. “Nuestro barrio nunca será el mismo”, señalaron varios vecinos, quienes mostraron su solidaridad con la madre en estos momentos tan difíciles.

La captura de Darwin Felipe Beltrán y la búsqueda de respuestas

La captura de Darwin Felipe Beltrán fue realizada en flagrancia por la Policía Metropolitana de Bogotá el mismo día de los hechos, el 28 de octubre. El hombre, de 31 años, fue arrestado en el acto como el presunto homicida de Susan y Santy y fue presentado ante un juez de control de garantías.

Durante la audiencia, se legalizó su captura y se le imputaron cargos por homicidio agravado. A pesar de la rápida captura y el avance en el proceso judicial, aún no se han establecido los motivos que llevaron a Beltrán a cometer tan atroz crimen.

Las autoridades continúan con la investigación, buscando esclarecer por qué un padre tan aparentemente amoroso decidió acabar con la vida de sus propios hijos. La comunidad sigue a la espera de respuestas, mientras Paola y su familia luchan por encontrar consuelo ante una pérdida que parece imposisible de aceptar.

Este trágico caso ha dejado una profunda huella en la comunidad de Engativá, que sigue demandando justicia para los pequeños Susan y Santy. Mientras tanto, el dolor de la madre permanece, y su clamor por justicia resuena con fuerza en todo el barrio.

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