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Así de influyente pueden ser la generación de la Ch.

Hemos encontrado un blog llamado “de fútbol y de la vida” en el que se hace una curiosa descripión de dos personajes que se identifican con el dígrafo o letra Ch, uno colombiano y otro mexicano, hablamos de William Vinasco Ch. y Roberto Gomez Bolaños creador de Chespirito y todos sus personajes.

Bochinche post-partido entre pareja de la generación Ch.

Me imagino que ya saben de lo que voy a hablar, pero me gustaría de todas formas empezar aclarando qué es eso de la generación Ch.

Los sociólogos modernos dirán que es puro invento mío, pero insisto en que la generación Ch si existe. En realidad, se trata más bien de varias generaciones que se juntaron en un punto del tiempo y del espacio al rededor de algo ineludible; estoy hablando de aquellos jóvenes, niños, impúberes, pre-adolecentes, adolescentes y post-adolecentes, colombianos en su mayoría, que pasaron largas horas pegados al televisor viendo los partidos de la selección Colombia de los 90s al lado de William Vinasco Ch. y viendo y reviendo los capítulos del Chavo del ocho y de los demás personajes de Chespirito.

Más allá de compartir la letra Ch, estos dos personajes se asemejan porque lograron una influencia extraordinaria en la vida todos aquellos que los seguíamos, esencialmente porque sus ocurrentes frases y dichos se agregaron a nuestro vocabulario de uso cotidiano casi que “sin querer queriendo”, ¡uy!, ya vieron, se me “chispotió”.

En serio, si se ponen a analizar, muchas de las frases que se nos vienen a la mente en diversas situaciones vienen de uno de estos dos ilustres caballeros.

Por ejemplo, señor lector, señora lectora, el bochinche que le presento a continuación podría bien haberse dado entre cualquier pareja de la generación Ch el día en el que Colombia volvió a un Mundial después de 16 años.

–Inicio–

Él llama de su celular...

-Él: Mi amor, me voy a ir a ver el partido de Colombia con unos compañeros de la oficina. Si Colombia gana, “que esta noche no esperen en la casa”. ¡Nos vemos!

Cierra y apaga el celular…

-Ella: “¡Taaaa Taaa Taa Ta!”

…Muchas horas y botellas después, él llega a su casa, abre la puerta despacito y…

-Ella: “Míralo he, míralo he, míralo he”

-Él: ¡Uy!, “me asustastesss…, como dice Williamcito” ¡hip!

-Ella: Ahora sí “la mandaste por encima del palo de mango”, claro, seguramente andabas con ese tal Suarez y sus amigotes. Yo te lo había advertido, “no te juntes con esa chusma”. Andabas con ellos, ¿verdad?

-Él: ¡Hip!, “pos pa que te digo que no, si si”. Pero te lo juro, no había viejas, éramos solo manes. Si hubieran habido viejas yo no hubiera ido, ¡hip!, tu sabes que “todos mis movimientos están fríamente calculados”, ¡hip!

-Ella: ¡Uy!, “¡si serás!”, ¿qué tal el descarado?, es que yo “lo sospeche desde un principio”… y “no te doy nomás porque…”

-Él: Pero mi amor entiéndeme, perdíamos 3-0 y empatamos, y ¡clasificamos al Mundial!, “que parrrrrrrtidos nos tocan compañero”, digo, compañera…y más bien,”póngamele musiquita”, ♫ “cánteme ese gol, diga que hubo gol, cánteme ese gol ♫, William, diga que hubo gol” ♫…

-Ella:“¡Cállate, cállate, cállate…que me desesperas!”

-Él: “Pero es que no me tienes paciencia”,¡hip!

Silencio incómodo. Él toma fuerzas.

-Él: Ya comenzaste con tu cantaleta de siempre, no estas contenta hasta que empiezas con el”taca taca taca taca taca”. Yo que venía contento a proponerte que hiciéramos”una de las dos cosas que más me gusta hacer en la vida”.

-Ella: ¡Que va! Si cuando te emborrachas eso es “puro toque toque y de aquello… NAAAADA”.

-Él: “¡Bueno pero no se enoje!” y bueno, “pues al cabo que ni quería”.

Silencio incómodo nuevamente, pero ella “para, prepara, compara” y muy valientemente cede un poco.

-Ella: ¡Me canse!, esta conversación no va para ningún lado. Dejemos eso así y mañana hablamos. No le digo, “es que se aprovechan de mi nobleza”, pero que te quede claro: “no me simpatizas”.

-Él: ¡Hip! “¿qué cosas no?”… bueno amorcito, está bien, “estas en lo cierto”, te lo juro que no lo vuelvo a hacer. Uno que si es”mucha pelota”. Es que ese Suarez siempre me sonsaca. He debido verme mi partido en mi casita con mi familia.

-Ella: Ya pues, ves y acuéstate antes de que te dé la “chiripiolca”. Ah, pero ni creas que te voy a tener tu “torta de jamón” para la “garrotera” de mañana.

-Él: “¡Chanfle!”…, bueno, ok, “¡sale y vale!”… y amorcito, “gracias…, muchas gracias”.

-Ella: “No hay de queso, nomás de papa”.

Mentalmente él se dice a sí mismo: “No contaban con mi astucia”.

Mentalmente ella se dice a sí misma: Uishh “acúsalo con tu mama”.

–Fin –

Ah, ya vieron, pudo haber pasado, ¿si o no?

Si también eres de la generación Ch, ¡compártelo con tus amig@s!, claro, si no “te da cosas” que anden diciendo por ahí que “tú y yo estamos locos”

¡Síganme los buenos! y ¡no me diga más caballero!

Por @ivanj_ortega

PD: Licenciado Roberto Gómez Bolaños (@ChespiritoRGB), Don William Vinasco Chamorro (@williamvinasco), gracias…, muchas gracias.

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