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Definitivamente hizo falta el Tigre

En la cancha estuvieron, Víctor Ibarbo, Adrián Ramos y Carlos Bacca y ninguno de ellos resultó ser tan desequilibrante como Falcao.

Muchos sabores dejó la presentación de Colombia contra Túnez en Barcelona, la mayoría amargos, pero el que más quedó en el paladar, a pesar de no haber sido el factor fundamental del empate 1-1, fue la sensación de que el ‘9’ en la Selección Colombia significa mucho más que un delantero de área.

Ese número que lleva en su dorsal Falcao García es como la garra del equipo nacional; es su arma letal, de la que todos se quieren cuidar.

Con la ausencia del delantero samario, el seleccionador colombiano, José Pékerman, tuvo una variante sustancial y cambió el módulo táctico.

El primer encargado de hacer los goles fue Carlos Bacca. El delantero del Sevilla, de España, jugó en punta y solo tuvo una opción de gol, luego de un centro de Juan Guillermo Cuadrado.

Al cabecear, el balón salió desviado.

Uno de los hombres que mayor expectativa generaban, Adrián Ramos, tuvo su oportunidad antes de lo previsto, pues ingresó a los 22 minutos del periodo inicial por Víctor Ibarbo, quien salió golpeado en la pierna izquierda en la jugada del penalti.

El caucano no jugó de centro delantero, como lo hace en la Bundesliga, en la que es goleador, con 14 anotaciones. Esta vez lo hizo de extremo por la izquierda, como lo había utilizado Hernán Darío Gómez en la Copa América de Argentina-2012.

En esa posición no lució tan desequilibrante, como lo es en Hertha de Berlín, y su única participación clara se le presentó en un enroque que hizo con Teófilo Gutiérrez al quedar como referente de área para recibir un pase de James Rodríguez.

En esa acción logró rematar luego de hacer una pirueta de deportista de salto largo ante la salida del arquero, pero el balón pasó por un lado del vertical cuando el tiempo ya se agotaba.
Gutiérrez, que ingresó al campo del estadio Cornellá-El Prat por Bacca en el primer minuto del segundo tiempo, tampoco jugó bien, y en esos 45 minutos no tuvo ninguna opción de gol, aunque le hizo un buen pase a Rodríguez, cuyo remate fue bloqueado por la defensa.

Dos delanteros quedaron en espera. Jackson Martínez, una de las cartas ante la posible ausencia de Falcao, no jugó por un golpe en la clavícula. El otro, Luis Fernando Muriel, no ingresó por decisión técnica.

Aunque Colombia no ha perdido cuando el ‘Tigre’ no ha jugado (cuatro triunfos y un empate), los rugidos hicieron falta no solo para espantar al rival, sino para que sus compañeros sintieran respaldo y no tuvieran una presentación tan enredada como la pronunciación de los nombres tunecinos.

Fuente: El Tiempo

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