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¡Ojo! No caiga en la trampa del billete de $50.000

Reportera denuncio cómo un hombre sube a los buses y engaña a conductores y pasajeros.

El presente mensaje lo escribo con indignación y preocupación. Como ya es sabido que las autoridades hacen poco a partir de las denuncias ciudadanas, me permito ser yo quien alerte a mis conciudadanos para que seamos nosotros mismos los que nos cuidemos de aquellos que les gusta engañar, robar y mentir.

He sido testigo en dos oportunidades de un engaño cometido con un billete de 50 mil pesos.

La situación es la siguiente: un señor moreno, de estatura media, se sube al bus en hora pico y paga con un billete de 50 mil pesos su pasaje. El conductor, en medio del apuro en pleno trancón y al ver que más personas vienen detrás del presunto ladrón, recibe el billete y minutos después le entrega el cambio: 48.450 pesos. El engaño, claro, está en que el billete es falso.

El día que vi por primera vez esta situación –en la NQS–, luego de entregar el billete falso, el impostor se bajó del bus, y el conductor soltó insultos contra este, asegurando que le había ‘metido’ un billete falso.

La segunda vez que vi la situación, el hombre (si no estoy mal fue el mismo de la otra ocasión) se sube al bus –esta vez ocurrió en la carrera Séptima– y realiza la misma acción, pero ahora el conductor le dice que no tiene cambio. Sin embargo, el presunto ladrón pregunta frente a los pasajeros del bus si alguien puede cambiarle el billete de 50 mil pesos.

En ese momento, cuando uno de los pasajeros se manda la mano al bolsillo para hacerle el favor, el conductor para el bus y se levanta diciendo que ya se sabe la ‘trampita’. “¡Se me baja del bus, o lo bajo!”, le grita.

El personaje en cuestión, al escuchar la advertencia, da media vuelta y se retira.

Aquella actitud del impostor y la reacción del conductor, me confirman que, en efecto, esta podría tratarse de otra modalidad para robarles a los pasajeros e incluso a los conductores de bus unos cuantos pesitos. Como en esta y otras situaciones, los ladrones aprovechan el desorden y el caos de las horas pico para delinquir.

Así es que, tristemente, no nos queda más que estar alertas y prevenidos ante cualquier eventualidad que pueda presentarse en nuestra adorada Bogotá.

Tomado del ADN

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