Érase una vez que se era un cerdito que se lo pasaba muy bien, al que le gustaba salir a la calle y jugar en ella.

Tanto, tanto que un día otoñal el cerdito (bueno, era una cerdita) descubrió un montón de hojas secas caídas en el suelo y se le fue la cabeza.
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Según el youtuber Tammy Scheers, la cerdita se llama Willow, es un cerdo enano y esta era la “primera pila de hojas” en la que había jugado nunca.
Pura emoción.
Disfruta de este video que demuestra que los cerdito ¡son lo mejor!
Tomado de Huffingtonpost.es