Un niño de poco más de un año se quedó encerrado en un auto. Mientras los bomberos lo auxiliaban y su madre se angustiaba, el pequeño gozaba de lo lindo.
Sucedió en Inglaterra. Kirsty Green empacaba los víveres del mercado en el baúl y de repente se le cerró el auto, con su bebé Brandon y las llaves adentro. El pequeño de 14 meses empezó a asustarse y su madre llamó a los bomberos.
Rápidamente el cuerpo de rescate llegó y la cara del pequeño Brandon cambió. Parado sobre el asiento principal, y con el volante en sus manos, disfrutaba su rescate. El niño solo tuvo alegrías y risas para sus rescatistas. El susto llegó cuando el bebé se metió una moneda a la boca.
Fue entonces que los bomberos rompieron el vidrio del auto y lo rescataron, impidiendo que se tragara la moneda. La madre, asustaba, agradeció con mucho afecto a los salvadores de su hijo. Brandon solo sonreía, viendo todo a su alrededor como si fuera un juego.
¿Hay que sonreírle a los problemas como este pequeño niño ante las circunstancias?
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