Mitos y verdades sobre el contagio del SIDA

Hoy se celebra el Día Mundial contra el SIDA, por eso en Candela te revelamos qué es verdad y qué mito sobre el contagio de esta enfermedad.

1. “El SIDA es una enfermedad de contagio homosexual”: MITO. El contagio no tiene nada que ver con la orientación sexual, todo el mundo es vulnerable, hasta un bebé; además, el sexo no es la única  forma de contagiarse.

2. “Si tengo sexo oral sin protección puedo contagiarme de SIDA”. VERDAD: Según la Comisión Nacional contra el SIDA (El Salvador) “el semen y las secreciones vaginales tienen alta concentración de VIH, cualquiera de estos líquidos en contacto con las mucosas, considerando las de la boca o con una herida abierta, son una circunstancia de riesgo”.

3. “Una mujer VIH positiva siempre transmite el VIH a su bebé”. MITO. Las madres VIH positivas pueden pasar el VIH a sus recién nacidos si no reciben tratamiento, pero solo en el 25% de los casos. Con los tratamientos actuales, este porcentaje ha caído por debajo de 2%, según la organización InfoRed Sida.

4. “Si te pica un zancudo o mosquito que antes ha picado a una persona con VIH, te puede transmitir el virus”: MITO. La verdad es que el virus del VIH no puede sobrevivir fuera del cuerpo humano, por lo tanto el zancudo no puede ser un potencial portador.

5. “La leche materna trasmite el SIDA”: VERDAD. Según informa la UNICEF, “los lactantes que son amamantados por madres infectadas con el VIH tienen entre un 10% y un 20% de probabilidades de contraer el virus”, por lo que se consideran en riesgo muy alto.

6. “Se puede prender el SIDA por tocar, besar o compartir ropa con una persona infectada”. MITO: Los únicos modos de trasmisión del VIH son por contacto sexual sin protección, a través de transfusiones de sangre, por compartir jeringas para administrarse drogas, y de madre a hijo durante el embarazo, el parto o la lactancia.

7. “Si estoy circuncidado tengo menos riesgo de contagiarme”: VERDAD. La circuncisión reduce en un 60% el riesgo de transmisión sexual de las mujeres a los hombres, por eso desde 2007 la OMS y el ONUSIDA la recomiendan como una estrategia para prevenir la infección por el VIH.