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Estoy a punto de casarme y tengo dudas, ¿es normal?

¿Estás hecho un ocho porque tu mente te dice: “estoy a punto de casarme y tengo dudas“? Aquí te contamos por qué sucede esto y cómo afrontarlo.

Estoy a punto de casarme y tengo dudas, ¿es normal?

Muchas parejas sueñan con sellar su amor en el altar. Sin embargo, el matrimonio viene acompañado de mucha ansiedad, nervios y dudas que ponen a pensar a más de uno si casarse es la mejor decisión. Y el principal motivo por el que aparecen estas dudas es que el compromiso tiende a generar presión por la no ruptura, incertidumbre sobre la convivencia y agobio por el cambio de estilo de vida que afrontan las parejas luego de llegar al altar. No obstante, existen otras razones por las que esto sucede. Si te interesa saber cuáles son y cómo afrontar este momento de crisis, te contamos todo lo que debes saber al respecto.

Estoy a punto de casarme y tengo dudas, ¿cuál es la razón?

Según expertos en psicología, la mayoría de las personas pasan por una crisis existencial cuando deciden casarse y es muy normal. La razón es que la vida conyugal es una decisión importante que viene acompañada de un nuevo estilo de vida, la presión de que el matrimonio funcione y la incertidumbre de que tan buena o mala puede ser la convivencia en pareja. No obstante, existen otros motivos por los pueden surgir dudas antes de llegar al altar y estos son algunos de ellos:

  • Presión a la no ruptura: Algo que causa terror en las parejas es la idea de casarse y luego darse cuenta que no son el uno para el otro. Esto genera mucha presión y ansiedad por querer que el matrimonio funcione de maravilla y que no termine acabando con el romance.
  • Agobio por los cambios y la convivencia: En el matrimonio se atraviesa un ciclo de desprendimiento, ya que la mayoría de veces implica una mudanza y separarse de los padres. Eso genera un duelo interno que hace dudar a muchos antes de llegar al altar. Además, las dinámicas de la relación cambian con la convivencia, pues adaptarse a la forma de vivir del otro no es tan sencillo como parece.
  • Pensar en lo malo del noviazgo: Para nadie es un secreto que en las relaciones hay discusiones o cosas que nos gustan de nuestra pareja. Todo esto sale a flote antes del matrimonio y nos hace pensar si realmente estamos con la persona indicada o si estamos dispuestos aceptarla con todo lo que no nos gusta y no podemos cambiar.
  • Conflicto con dejar la soltería: Conocerse a sí mismo, tomar decisiones emocionales de manera independiente, coquetear con más personas y no limitarse sexualmente son algunas de las ventajas que trae la soltería. Casarse implica cerrar la puerta a estos beneficios. Así que más de uno duda sobre qué tan bueno puede ser contraer matrimonio.
  • Dudas sobre si se está listo: Los psicólogos aseguran que esta es la causa más común por la que aparecen las dudas. Esto debido a que pensamos en nuestros proyectos individuales y si estamos listos para dar ese gran paso o si aún hay cosas que queremos hacer antes de comprometernos.
Foto de una pareja de novios un el bosque.

No sé si quiero casarme. ¿Qué hacer en estos casos?

Ahora, si tienes claro cuál es la razón por la que estás dudando del matrimonio y no sabes qué hacer, lo primero es que te tomes un tiempo para analizar tus emociones. Luego, pon todo en una balanza y piensa si realmente te estás comprometiendo por amor o por obligación. Así podrás saber si es el momento adecuado para casarte o si no estás preparado. Por otro lado, debes evitar pensar que el matrimonio va a fracasar porque es algo que no puedes saber hasta que lo hayas experimentado. Lo que sí puedes hacer es evaluar el estado de tu relación actual. En ese sentido, si las cosas malas sobresalen más que las buenas, es probable que el matrimonio no sea lo indicado en este momento.

Arrepentirse de casarse: lo que conlleva cancelar el compromiso

Por otro lado, si definitivamente llegaste a la conclusión de que ya no quieres casarte, debes armarte de valor para afrontar tu decisión. Tendrás que hablar con tu pareja y encontrar las palabras para decirle que no irás al altar, lo cual seguramente le romperá el corazón. Pero no te preocupes, es mejor dar un paso atrás antes de casarte bajo presión y hacerle mucho daño a tu pareja porque no serás un buen esposo (a).

Foto de mujer con vestido de novia pensativa.

Por otro lado, deberás disculparte con los invitados a la boda, si es que ya tenían adelantado los preparativos. Seguramente, muchos juzgarán tu decisión y recibirás varias críticas. Evita discutir con los familiares o amigos de tu pareja, mantente firme y no te dejes agobiar. Al final, si crees que lo mejor es no casarte, nadie puede decirte lo contrario porque tu estabilidad emocional solo depende de ti.

¿Por qué mi pareja no quiere casarse conmigo?

Y si lo que te está sucediendo es que quieres llevar tu relación al siguiente nivel y casarte, pero tu pareja no, te dejamos algunas de las razones por las que él o ella se pueden estar negando al matrimonio:

Miedo al compromiso: Generalmente, esto aparece en las personas que les cuesta involucrarse de manera profunda con una persona y a largo plazo. Así que tienden a pedir tiempo cuando sienten que la relación se está volviendo más seria o utilizan frases como: “dejemos que todo fluya”. Para este tipo de personas, las indirectas cuando tu pareja no te valora como: “cuídame porque si me voy no regreso” o “si no ven el valor de tenerte, no trates de convencerlos”, son ideales para hacerles caer en cuenta que quieres comprometerte y que no estás dispuesto (a) a tener una relación sin planes a futuro.

Foto de mujer rechazando propuesta de matrimonio.

Aún no está preparada (o): Quizás tu pareja siente que su relación está avanzando demasiado rápido y no está preparado para entregarse completamente. También, puede ser que él o ella tenga dudas sobre la estabilidad de la relación o tiene planes personales que cree que se pueden arruinar con un compromiso.

No piensa en un futuro contigo: Finalmente, tenemos este motivo que es uno de los más difíciles de aceptar. Cuando tu pareja se niega rotundamente a casarse, es señal de que no se proyecta a futuro contigo y no comparte tus mismos intereses. En este caso, debes aprender cuándo dejar de insistir con la idea del matrimonio y analizar si estás dispuesto (a) a abandonar ese sueño para estar con tu pareja.

Y tú, ¿has pasado por esta situación? Déjanos la respuesta en nuestras redes sociales y no olvides compartir esta nota con tus amigos.

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Sobre el autor

Ivania Aroca

Comunicadora social y periodista de la Universidad Minuto de Dios. Con experiencia de más de 2 años en redacción de contenidos digitales y reportería. Actualmente, redactora de entretenimiento en Vibra y Candela Estéreo.

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