Mitos que todos creemos y no son tan reales

Nuestra cultura está llena de mitos que todos creemos gracias a nuestros abuelos y padres -hasta hoy-, mitos que han pasado de generación en generación, haciéndonos creer que eran reales.

Cosas tan simples que escuchamos siendo niños, que crecimos creyendo en ellas y además, enseñándolas a nuestros hijos, como por ejemplo: que ‘pasarse un chiclet, nos pegaría las tripas’. En fin, recopilamos algunos de estos mitos y tú tomarás la decisión de si debes creerlos o no.

9 mitos que hemos creído por años

1. Manchas o rayas blancas en las uñas: Este fenómeno se conoce como Leuconiquia, sus causas pueden ser diversas, desde lesiones en algunas de las capas de la uña, hasta enfermedades como la onicomicosis. Pero de ningún modo se debe a la falta de calcio.

2. Meterse a la piscina después de comer: Aunque la digestión puede verse afectada debido a la actividad física dentro de la piscina, no es algo que pueda ocasionar la muerte. Lo recomendable es tomarse el tiempo necesario para hacer una correcta digestión.

3. Tronarse los nudillos de los dedos: Aunque muchas veces nos han dicho que hacerlo puede provocar artritis, la verdad es que ningún estudio lo confirma. De hecho, quienes lo han hecho por años dicen que han perdido fuerza en las manos. Recordemos que el sonido lo emiten gases que quedan atrapados entre el cartílago que cubre las uniones de los huesos. De hecho, este fenómeno le ocurre a gran parte de nuestro cuerpo.

4. Afeitarse hace que el vello salga más grueso: La verdad es que esto no es real. Todo depende del grosor del poro o de la raíz por el que sale el vello. Y una afeitada no va a cambiar esto.

5. Alejar la mala suerte con sal: Esta es una superstición de hace muchos siglos, y dice, si se te riega la sal, debes tomar una pizca y arrojarla sobre tu hombro izquierdo, para alejar la mala suerte y cegar al diablo.

6. Poner una escoba detrás de la puerta de la casa: Nuestras abuelas nos enseñaron que para alejar la mala suerte y evitar visitas incómodas, debíamos poner una escoba parada detrás de la puerta principal de la casa.

7. Ver televisión mucho tiempo te deja ciego: En este caso, es una gran mentira, lo único que te podría pasar es que ganes unos kilos si te la pasas comiendo frente a la tele. También podría generarte un leve dolor de cabeza y visión borrosa momentánea.

8. Comer las semillas de las frutas puede generarte apendicitis: La apendicitis es la obstrucción del apéndice en la que nada tienen que ver los alimentos. Tampoco creas que van a crecer plantas dentro de ti.

9. Pasarte un chiclet te pega las tripas: Obviamente, no podía faltar este mito y también es una mentira. El chiclet hace su recorrido normal hasta el estómago, lo que es real es que sus componentes son más difíciles de disolver por los líquidos estomacales.

Después de desenmascarar los mitos que todos creemos, -o creíamos- dinos, qué otros mitos recuerdas haber escuchado de tus abuelos.